El predio municipal Parque Estancia La Quinta se encuentra a 10 cuadras del centro de la ciudad y es el corazón del barrio Los Carolinos. Está sobre las márgenes del río San Antonio y lo surcan dos arroyos de vertientes que bajan del humedal El Pantanillo.
Conserva el patrimonio que dejó el paso jesuítico por la zona y es una de las reservas naturales donde también se puede descubrir parte del legado arqueológico histórico y cultural de Villa Carlos Paz.
El predio cuenta con 5 hectáreas de especies exóticas plantadas por los hermanos jesuitas y otro sector con vegetación típica del bosque serrano que se pueden recorrer a través de senderos de interpretación.
En 1906 doña Eugenia Gastañaga dona a la Compañía de Jesús la Estancia “La Quinta”, que constituyó una porción de la histórica de la Estancia de San Roque. A lo largo de los años, los jesuitas realizaron distintas obras y adaptaron el predio a las necesidades del momento. El lugar, además fue usado como espacio de retiro, meditación y posteriormente de estudio. Con el tiempo dejaron testimonios de religiosidad que todavía hoy pueden ser visitados.
En 1918 con la llegada del hermano de la Compañía de Jesús Antonio Font se impulsa el desarrollo como unidad económica y religiosa, siguiendo el modelo de las estancias del siglo XVII que se establecieron en la provincia. Y a mitad del siglo pasado también funcionó el noviciado y estuvo un tiempo de su formación religiosa el papa Francisco.
Entre las construcciones se puede visitar dos edificios, uno de ellos transformado en sala de exposiciones donde se puede ver, a través de una línea del tiempo, la historia de la ciudad de Villa Carlos Paz acompañada de diferentes fotografías. También se exhiben allí restos fósiles de un gliptodonte encontrado en 2005 en playas de oro, que fue parte de la megafauna de América del Sur extinta hace aproximadamente 10.000 años.
En la otra sala se encuentra el museo Numba Charava que reúne una gran variedad de piezas arqueológicas recogidas en la ciudad y sus alrededores. Se formó a partir de una colección que comenzó el aficionado Esmeraldo Ledda en 1949. Su nombre surge de la lengua nativa, donde “Charava” significa cacique y “Numba”, en honor a un cacique que, según textos de los conquistadores, habitó la zona de Punilla.
Cuenta además con un sitio arqueológico ocupado por las comunidades de los pueblos originarios que producían alimentos y habitaron el lugar entre los años 500 y 1500 de nuestra era.
En el paseo se puede apreciar una de las canteras que fue explotada por los hermanos jesuitas y utilizada para las construcciones de los edificios existentes hasta el día de hoy.
Recientemente se inauguró el bosque de la poesía por iniciativa de los poetas Leopoldo Teuco Castilla, Aldo Parfeniuk y Pedro Solans como respuesta a los incendios que devastaron parte de los montes serranos en la provincia de Córdoba.
En el paseo se recorre una zona donde se plantaron árboles autóctonos y se puede leer poemas alusivos a la naturaleza de poetas que tuvieron o tienen un vínculo con Villa Carlos Paz. Allí se realizan recitales poéticos, musicales y actividades afines.
Es interesante la programación artística que posee el Parque durante las temporadas de verano.
Al Parque Estancia La Quinta no se lo puede disociar de la Parroquia de la Quinta Del Niño Dios que está colindando y fue parte del complejo Jesuítico. La Iglesia bendecida en enero de 1933 (Año Santo de la Redención) por el Monseñor Laffitte, arzobispo de Córdoba, es la más antigua de la ciudad y fue construida con las piedras de las canteras del Parque. Son llamativos en su interior los vitrales con escenas que representan el nacimiento de Cristo, la adoración de los pastores y de los reyes magos y otros motivos religiosos.
Los cinco vitrales menores o rosetones expresan aspectos litúrgicos, como la Eucaristía, el Alfa y el Omega, María y posiblemente José.
En los últimos años se recuperó el circuito de las canteras de rocas que fueron explotadas en la antigua estancia y que está abierto para recorrerlo.
Desde el centro de la ciudad se camina hacia el puente Carena por la calle 9 de Julio hasta la particular avenida Asunción. Por esa arteria muy particular por sus subidas y bajadas se llega al Parque que posee dos ingresos. Una precisamente por avenida Asunción y otra por la calle Los Zorzales.
El ingreso es libre y gratuito.